24 nov 2013

Somos de arcilla.

Somos arcilla. 
Sólo una vez en la vida somos blandos, sólo una vez nos moldean, luego nos secamos, y no podremos transformarnos. Quizá adaptarnos; pero esas manos, esas primeras manos, las que nos hicieron desde el esqueleto; saben que su marca no se borrará nunca. 
De qué tienes miedo? Si sabíamos que esto iba a suceder tarde o temprano. Era cuestión de tiempo, pero al fin llego. Y aquí estamos, mirandonos, sin saber que decir, que hacer.. Que sentir.
La distancia que nos separaba iba más alla del espacio y del tiempo. Era intangible. 
Sin embargo, hoy estamos más cerca, pero no físicamente, son nuestras almas las entrelazadas. Ellas nunca se soltaron, son sabias. Somos nosotros como cuerpos terrenales los que no entendemos nada, y nos empeñamos en complicarlo todo, por puro mazoquismo. Por lo mucho que nos gusta estar mal, sin que nadie se entere. Porque nos gusta extrañarnos, porque sabemos que ese dolor es constante, y no va a doler más de lo que ya duele. Estamos en ese limbo de la incertidumbre. 
Vivimos postergando lo inevitable, porque no nos sentimos listos. No nos queremos enfrentar. No es más que miedo, inexplicable miedo. Miedo de volver a caer en la tentación, a volver a tentarnos y nunca más olvidarnos. A recuperar lo que sabíamos que nunca se perdió del todo, pero se sentía tan lejos, que preferíamos tenerlo ausente, a enfrentarlo.

Del verbo: VOLVER

Hoy después de tanto tiempo vuelvo a escribirte. 
Por que volviste vos. 
Apareciste de nuevo, cuando menos te esperaba. 
Aunque algo dentro de mí me decía que no tardarías mucho más.

12 nov 2013

Eso que más gusta, cuanto más lejos.

Es que no entiendo. Como es posible haber estado atrapada en él tanto tiempo estando tan lejos; y ahora, que es libre, estoy tranquila, pero ni lo extraño ni lo necesito. No sé como se llama esto que me pasa, pero esta bien, se siente bien.

Ojalá vuelvan a inspirarme como tú alguna vez.

Gracias.