24 nov 2013

Somos de arcilla.

Somos arcilla. 
Sólo una vez en la vida somos blandos, sólo una vez nos moldean, luego nos secamos, y no podremos transformarnos. Quizá adaptarnos; pero esas manos, esas primeras manos, las que nos hicieron desde el esqueleto; saben que su marca no se borrará nunca. 

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